El clúster empresarial con sede en Ibi (España), IBIAE, sigue organizando sus populares formaciones empresariales que arrancaron tras la gran recesión. Entre las empresas que han participado en esta formación empresarial se encuentran Bornay, Deinpro, Àrea Oberta, Caixa Popular, Actiu, Label Diez y Puertas Castalla.
En esta ocasión, IBIAE ha querido conocer la economía circular para conocer en detalle en qué consiste y las políticas que se están llevando a cabo al respecto, así como los caminos que tomará en el futuro. Para ello, la Asociación de Emprendedores de Ibi y Comarca tuvo la gran suerte de contar con una experta voz de gran prestigio a nivel mundial, Anna Tari. La joven de Elche que fundó el Club de Economía Circular (CEC) hace seis años. Esta entidad se ha convertido en una red de 7.000 miembros de más de 120 países en los que se comparte contenido entre particulares y empresas. Es la red internacional de ingenieros, estrategas, inversores y líderes empresariales en economía circular. El Circular Economy Institute surgió como una organización para brindar capacitación y certificación en el campo de la economía circular, y Anna es la fundadora y presidenta de dicha agencia de acreditación. Actualmente investiga sobre el comportamiento del consumidor y la economía circular en la Universidad de Boston en Estados Unidos.
La economía circular se introdujo como un concepto económico interrelacionado con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, materiales y recursos se mantenga en la economía el mayor tiempo posible. Es un término genérico para un modelo económico industrial restaurador. Nuestros sistemas deben interactuar como organismos, procesando nutrientes que pueden retroalimentarse en el ciclo, de ahí el término restaurador.
Anna Tari habló sobre la importancia de aplicar la economía circular al plástico para paliar el problema social de la imagen de este sector. Explicó de forma clara y sucinta cómo funciona como vehículo para mejorar la empresa en escenarios como costes o estructura y ahora puede ser una alternativa más a los cambios legislativos europeos.
Se hizo especial énfasis en el hecho de que, a la hora de diseñarlo, hay que tener en cuenta cómo recuperarlo o adónde va al final de su vida útil. El primer paso para las empresas es analizar a dónde van los residuos y cómo pueden actuar con ellos, aunque también hay que ver el modelo de negocio.
Se discutieron muchos casos de estudio y ejemplos. Un ejemplo es el cambio de negocio en el que se pasa de vender a alquilar una lavadora. De esta forma, cuando fabrican el electrodoméstico ponen chips que avisan del deterioro para salir adelante.